Muchos de los profesionales del sector consideran que los principales inconvenientes que han encontrado a la hora de trabajar con dichas bandejas son:
- Imposibilidad de erradicación de enfermedades.
- Estrangulación de planta.
- Medios cepellones a la hora de extraer la planta de la bandeja.
- Baja rentabilidad a medio y largo plazo.
¿Y sabe por qué?
Las enfermedades son imposibles de erradicar en las charolas de poliestireno porque las paredes de estas son porosas y aún sellandolas o aplicándoles productos químicos, las enfermedades siguen presentes.
Además, las raíces consiguen introducirse entre los poros de dichas paredes y cuando el agricultor tiene que sacar la planta de las cavidades suele dejarse la mitad del bolo de raíces dentro, estrangulándola si tira con más fuerza.
La necesidad de reemplazarlas a corto plazo debido a su fragilidad, el gasto en desinfectantes y las pérdidas provocadas por la obtención de medios cepellones hace que la rentabilidad de un producto barato como el poliestireno se encarezca enormemente.
Frente a las bandejas de poliestireno, Proptek le ofrece bandejas de plástico inyectado fáciles de limpiar para acabar con enfermedades, de larga duración y basadas en la técnica del air-prunning mejorando así la calidad de sus productos y la rentabilidad de su negocio.